Esta adorable adolescente sólo iba por su golosina favorita, pero su pasabocas no resultó ser el que pensaba, en verdad recició una buena dosis de pinga en su boca y en su conchita, fue delicioso para el heladero hacerla mamar y coger en su propia furgoneta. Una adolescente más en la lista de este lujurioso heladero.